Fui diagnosticada con cáncer de mama
Esta carta la escribí hace unos ayeres cuando un día el cielo se nubló. La escribí porque no quería hablar con nadie, sin embargo, necesitaba desahogarme y comunicarle a mis seres queridos que un panorama de incertidumbre se abría a mi camino… Que probablemente iba a necesitar ayuda.
Hoy es solo un recuerdo de fortaleza y quiero compartirla contigo.
A mi familia:
Mis amores, quiero abrir mi corazón y compartir con ustedes una noticia que ha cambiado mi vida de manera inesperada. Hace unos días, fui diagnosticada con cáncer de mama. Comprenderán que han pasado algunos días en lo que me he dedicado a digerir la noticia; una noticia que ha desmoronado el mundo bajo mis pies. El miedo, la incertidumbre y la tristeza me invaden, y mientras escribo estas palabras, las lágrimas corren por mi rostro. Es difícil hablar en voz alta sobre esto, por eso elijo escribirles esta carta.
El camino que tengo por delante sé que no será fácil. Sé que enfrentaré días difíciles, llenos de tratamientos, visitas al médico y momentos de debilidad. Pero también sé que no estoy ni estaré sola en esta batalla. Tengo la bendición de contar con el amor y el apoyo de ustedes, quienes han sido mi soporte antes y espero lo sean ahora en estos momentos de tormenta.
Quiero que sepan que, aunque el diagnóstico es aterrador, estoy decidida a luchar con todas mis fuerzas. Cada día trato de levantarme con la esperanza de un futuro mejor, con la convicción de que puedo superar este desafío. Me aferro a la idea de que el cáncer no define quién soy, sino que es una prueba más en mi camino, una oportunidad para demostrar mi resiliencia y mi capacidad de crecer.
A lo largo de este proceso, he aprendido a valorar cada pequeño momento de la vida, a apreciar las cosas simples que a menudo damos por sentadas. He descubierto una nueva perspectiva, una que me impulsa a vivir con más intensidad, a amar con más profundidad y a no dar nada por hecho. Cada sonrisa, cada abrazo y cada palabra de aliento se han convertido en tesoros invaluables que me llenan de energía y esperanza.
Quiero agradecerles a todos ustedes por estar a mi lado, agradeceré hoy más que nunca sus palabras de ánimo, sus oraciones y su amor incondicional. Su apoyo significa el mundo para mí y me da la fuerza para seguir adelante. Sé que habrá días en los que me sentiré abrumada, pero también sé que, con ustedes a mi lado, podré enfrentar cualquier obstáculo.
A lo largo de este breve espacio de tiempo en que he empezado a evaluar los tratamientos disponibles y los diferentes análisis clínicos que me he realizado y los que aún me faltan, he conocido a muchas mujeres que están pasando por una situación similar. Me he dado cuenta que juntas no estamos solas. Juntas, somos más fuertes. La comunidad de sobrevivientes y luchadoras contra el cáncer de mama es inmensa y está llena de historias de valentía y esperanza.
Papá, mamá, familia, les pido mantener la fe y ayudarme a mantener la esperanza. Hoy existe una idea que me vendo todas las mañanas inmediato al despertar, esa idea es que cada momento es una nueva oportunidad para luchar y vencer.
Los amo y sea lo que sea que suceda, les encargo a mis hijas…
Con todo mi amor y gratitud
Bertha