Hay parejas que hacen perfectamente lo que les toca en las labores de la casa y crianza, pero hoy hablaremos de aquellos que necesitan “un empujón”.

¿Cómo lograr que tu pareja ayude en casa? #Colaboración

 
¿Cómo lograr que tu pareja ayude en casa? #Colaboración

Los tiempos han cambiado e involucrar a nuestras parejas en las labores de la casa es algo indispensable

 

Parece increíble, pero a estas alturas del siglo 21, todavía hay hombres que no hacen su parte en las labores de la casa y cuidado de los hijos, dejando a sus parejas con una doble o hasta triple carga de crianza, limpieza y hasta de generar ingresos.

 

Introducción

 

Dejemos muy claro este concepto: en casa todos deben apoyar (obviamente considerando su edad). Ya pasó la época cuando las mujeres tenían toda la responsabilidad del hogar y la crianza. Pero también en ocasiones no es pereza o falta de solidaridad, a veces resulta que nuestra pareja no se involucra tanto porque se siente “incompetente” por temor de hacer algo mal, lastimar al bebé o que tú te enfades y lo riñas porque no hace las cosas “bien” o como tú quieres que se hagan.

 

Claro, hay parejas que hacen perfectamente lo que les toca en las labores de la casa y crianza, pero en este momento hablaremos de aquellos que necesitan “un empujón” para tomar su papel.
 
 

Facilita la tarea

 
facilita la tarea
Por ejemplo, sabes que tu pareja no encuentra la ropa, les pone a los niños lo primero que encuentra y eso te desespera. Una solución, podría ser dejar todo listo sólo para tomarlo y ponerlo, desde calcetines hasta el suéter, más adelante ya sabrá que va con qué. Podrías por ejemplo, marcarle el cajón.

 

Igualmente para la comida podemos poner a la mano todo, él todavía no sabe que para la comida solo usas la taza X o cuál es el vaso preferido del bebé. Marcar los cajones “tazas” “vasos” al inicio podrían agilizar la operación. Puedes dejarle una nota en el refrigerador con algunos puntos importantes para que no lo olvide si fuera necesario.

 

Hay padres que las primeras veces no saben ponerse un fular, pero estarían de lo más cómodos con un sling, un pouch o una buena mochila ergonómica. Además muchas mujeres que venden cargadores dan asesorías de porteo y les enseñan a ambos a ponerse y quitarse el cargador o fular, sin duda, ellas podrían ser de gran ayuda. Mi esposo por ejemplo, cuando descubrió la comodidad del cargador de anillas no lo soltaba, compré uno negro y de hecho lo usaba encantado, el estilo ante todo. Se complicaba con encontrar la ropa, yo la sacaba y la dejaba a la mano, él bañaba y vestía a las niñas y era a mi gusto, lo cual reforzó su seguridad y evitaba que las “cosas se salieran de control”.
 
 

No te centres en la crítica

 

 

Nadie va a hacer las cosas exactamente igual que nosotras, ni va a guardar todo de la misma manera, tenemos que soltar un poco el control o pereceremos de agotamiento. Mi abuela tenía un refrán que decía “más vale burrito que arrear que carga que cargar”. Tal vez su hijo es el primer bebé que carga, viste y baña tu esposo. Todo proceso tiene una curva de aprendizaje. Sin embargo, si te centras en criticar para próximas ocasiones no tengas tanta disposición de su parte por temor a llevarse un regaño al equivocarse.

 

Usa la técnica del “sandwich”, empieza con una cosa que esté bien, luego lo que se debe mejorar y terminar con algo bueno: “Cariño, me encanta que hayan comprado helado y galletas, vieran una película, se nota que se divirtieron mucho, pero para próximas ocasiones asegúrate de no tirar migajas en el sofá” y evita no seguir con el tema por siempre, estoy casi segura de que tendrán más cuidado para la próxima vez.
 
 

Permítele encontrar su estilo

 

Hay ocasiones en las que quieren ayudarnos pero nosotras les decimos que no lo hagan porque “no nos gusta” cómo dejan las cosas: no poder controlar cómo acomoda los trastos después de lavarlos, si están limpios los vasos y tú no los lavaste ni los guardaste ¿qué mas da?. Lo anterior pueden ser detonadores de una acalorada discusión, mi opinión es: elige tus batallas. Necesitamos soltar un poco, nadie es perfecto, el que lo haga diferente no significa que esté mal. Lo importante es que ambos tengan claro que son un equipo, que la casa es responsabilidad de ambos y en relación a los hijos haya un acuerdo para determinar asuntos que no son negociables (no dulces ni jugos azucarados ,por ejemplo).

 

Es importante tener una buena (más bien constantes charlas sobre diversos temas) y que estén de acuerdo en las reglas y normas de la casa. Dale la confianza de encontrar su modo de hacer las cosas. El que tu pareja sienta confianza para participar bañando, vistiendo, cuidando o saliendo con los niños puede reducirte mucha carga y estrés, ya que podrás tener un momento para tomar un baño, simplemente darte tiempo para ti con la tranquilidad de saber que tu esposo se encarga de lo demás. Como mujeres llevamos mucha carga mental, criar es una labor de tiempo completo, acepta y pide toda la ayuda posible, nadie espera que lo hagas todo sola. Además son momentos en los que tu esposo disfrutará a sus hijos e hijo e incluso generará una relación de confianza que crecerá a través de los años. La comunicación y el respeto mutuo con muy importantes, no permitas que tu esposo se pierda esos maravillosos momentos con tus hijos por simples malentendidos, recuerda “no es malo soltar un poco”,

 

¡Nos leemos en la siguiente!

 

Lety Jimenez / Criando Creando

 

Ayudo a las mamás a ser mejores mamás dándoles herramientas que les ayuden para la crianza de sus hijos, su relación de pareja y sus emprendimientos mediante material online, asesorías virtuales y cursos presenciales.

Autora de “Berrinches y Rabietas para Mamás Imperfectas”, “Mamá y Papá también son pareja” y “De esto no se habla, testimonios sobre violencia obstétrica” disponibles en Amazon

Creadora del curso online “Mamá y papá también son pareja” para mejorar la comunicación en el matrimonio criandocreando.com/matrimonio

Codirectora de Kabil , junto con Martha Rebolledo y Roxy González, donde apoyamos a familias en aspectos de educación de sus hijas e hijos.

 

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